30 septiembre 2009

Cuentos en dialecto leonés. Edición facsímil de Lancia.

 
 
La imagen corresponde a un ejemplar publicado por Ediciones Lancia en 1987. Son ejemplares similares los que actualmente se encuentran a la venta en las librerías.

Se trata de una edición facsímil realizada a partir de la 3ª edición de 1955. Sin embargo, a diferencia de la publicada por Editorial Nebrija en el año 1981, no incluye índice. Como aportación positiva, debe señalarse que a través de esta edición de Lancia ha vuelto a recuperarse para su cubierta la imagen más tradicional de los cuentos.

Su formato es de menor tamaño que el publicado por Nebrija y se aproxima más al de la 3ª edición de 1955. Aunque difiere en el color de la cubierta, ya que la de los ejemplares impresos por los Talleres Tipográficos "Cornejo" de Astorga en 1955, era de color rosáceo. No obstante, esta edición de Lancia es la que más se acerca a la impresa por "Cornejo".

Aunque me consta que con anterioridad a la edición impresa por los Talleres Tipográficos "Cornejo" existió otra no muy alejada en el tiempo: un ejemplar de estos estuvo en casa de mi abuelo en Los Barrios de Nistoso y fue el que mi padre conoció cuando era niño. Según Álvarez Moro -miembro de la familia Bardón- sería una "segunda edición de Wences". A tenor de los recuerdos conservados por mi padre, aquellos ejemplares eran de tamaño mayor que los impresos por "Cornejo" y el color de la cubierta, grosso modo, tendría una tonalidad peculiar, acaso en tonos morados y azulados. Es decir, que en su aspecto externo, tal vez la edición de Lancia y la llamada "segunda edición de Wences" sean las más parecidas.

 

 

Cuentos en dialecto leonés. Edición facsímil de Editorial Nebrija, D. L. 1981.

 
Se trata del formato más voluminoso de Cuentos en dialecto leonés y vio la luz en el año 1981. Por entonces, Editorial Nebrija publicó una edición facsímil a partir de la 3ª edición corregida y aumentada de 1955, por Ind. Tip. Cornejo de Astorga.
 
Pero esta edición facsímil de Nebrija siempre ha llamado la atención porque en su cubierta eliminan la imagen más conocida de los cuentos, y la sustituyen por otra en la que aparecen unos personajes que nadie conoce ni es capaz de identificar con dichos cuentos. Sin embargo, a favor de esta edición, debe mencionarse que en ella se incluye un índice muy útil en las primeras páginas. 
 
En verdad, la edición facsímil de Nebrija podría considerarse la más lograda si no fuera porque la imagen de su cubierta es extraña, y además, sustituye innecesariamente a la que debería figurar. Sin duda alguna, debieron incluir la imagen más conocida y representativa de los cuentos en la cubierta. Y por cierto, al respecto, hace ya algún tiempo que me dijeron que al ver el libro del Tío Pucheros con esta imagen desconocida de los años 80, no lo reconocieron.

 
 

28 septiembre 2009

Cuentos y poemas en dialecto leonés. Diario de León, 2007.

 

 
Bajo el título Cuentos y poemas en dialecto leonés, el Diario de León editó en el año 2007 la obra Cuentos en dialecto leonés. Tomando como referencia la popular 3ª edición de Wences Bardón, el medio de comunicación incluyó su publicación en una colección denominada biblioteca leonesa de escritores. De aspecto bien discreto, llega hasta la vulgaridad en sus páginas finales pues ellas están destinadas a hacer publicidad de empresas constructoras.
 
A pesar de la decepción que supone leer los cuentos con tipografía actual, en la publicación del Diario de León debe destacarse la aportación que hace Emilio Gancedo entre las páginas 7 y 19. No se trata de un extenso estudio pero su colaboración resulta enriquecedora puesto que incluye datos biográficos de algunos miembros de la familia Bardón. Sin duda alguna, la aportación de Gancedo es lo mejor de esta discreta publicación de 139 páginas.
 
La obra Cuentos en dialecto leonés ha superado ya el siglo de existencia y viene pidiendo desde hace tiempo una publicación que esté a la altura de su dilatada trayectoría. Pero ello, por el momento, no parece que esté en la mente de los que velan por la cultura leonesa.
 
En cualquier caso, si alguna vez se llegara a hacer, no estaría de más tener en cuenta la 3ª edición de Wences Bardón, y considerar su tipografía y estructura. A partir de esa posible reproducción facsímil, sería conveniente ampliar los contenidos con notas y estudios de todo tipo, aunque cuidando mucho estos y sabiendo muy bien quien los escribe, no vaya a ser, que den lugar a distorsiones. Y escribo esto, porque cuando Álvarez Moro -de la familia Bardón- contactó conmigo, en algunos de los encuentros que tuvimos me dijo que en algunas ocasiones se ponían en contacto con él escritores o investigadores que le solicitaban información, y que tras dársela, publicaban cosas completamente distintas a lo que él les había dicho, y hasta opuestas. Es decir, que usaban su nombre o referencia para intentar autorizar afirmaciones o teorías sin ningún fundamento. Y todo ello, a pesar de que en ocasiones tenían encuentros posteriores y les advertía sobre lo que él creía que había sido un error. Generalmente era gente que venía con teorías o ideas preconcebidas que provenía de asociaciones, academias, etc. Con el paso del tiempo, se dio cuenta que solo lo querían utilizar para dar más fuerza a sus propósitos. Aunque también acudían a él personas a modo individual -principalmente de Asturias y León- con las mismas intenciones: me recordaba a menudo la gran terquedad de un veraneante de la Cepeda, del que omito deliberadamente su localidad de veraneo. Pero por suerte, también hay gente que busca conocer la verdad y no tiene más propósito que darla a conocer para enriquecer nuestra lengua y nuestra cultura.
 
Aunque por ahora, no habrá que preocuparse por ello porque a nuestros responsables de la cultura no parece importarles mucho el estudio y desarrollo de la lengua leonesa y sus dialectos.
 
 
 

27 septiembre 2009

Desde Los Barrios de Nistoso hasta Palaciosmil por el viejo camino.

 
 
Desde el Escobio de Arriba el antiguo camino iba por encima del río y dirigía hacia el Escobio de Abajo, tal y como puede observarse en la imagen.
 Hace algo más de seis décadas que como consecuencia de la construcción del embalse de Villameca y la inundación del camino que pasaba por Oliegos, se procedió a la construcción de un nuevo trazado entre Los Barrios de Nistoso y Palaciosmil. La nueva caja de carretera que se construyó entonces aún permanece en uso, sin embargo, esta nunca se llegó a asfaltar.
 
Hasta la inundación de Oliegos, las gentes se desplazaban por un viejo camino que dejó de utilizarse por entonces y ahora se ha vuelto intransitable. Sin embargo, todavía es posible recorrerlo prácticamente entero si vamos provistos de la ropa y el calzado adecuados. Aunque es necesario advertir, que para efctuar el trayecto debemos ir mentalizados para transitar por algunas zonas llenas de maleza. En cualquier caso, lo más adecuado es caminar por él durante las épocas en las que el pantano tiene menos agua.
 
Así pues, partiremos del barrio de Villar y descenderemos en dirección a Palaciosmil por la cuesta de salida, dejando a la derecha del camino un horno y algo más adelante, a la izquierda, otro. Desde aquí solamente es necesario seguir avanzando por el camino en dirección a Oliegos, ya que el trazado actual está asentado sobre el antiguo o en sus inmediaciones. Pero tras avanzar un trecho deberemos empezar a prestar atención al lado derecho del camino, ya que al poco de comenzar a caminar en paralelo al río, nos encontraremos con el Escobio de Arriba, lugar, por el que pasaba el antiguo camino.
 
Si seguimos avanzando un poco más y las aguas del pantano no están "altas", podremos contemplar una estampa similar a la que aparece en la imagen de esta entrada. Así, desde el Escobio de Arriba debemos continuar hacia el Escobio de Abajo dejando el río de Oliegos -la denominación de río Tuerto es actual- a nuestra derecha. Una vez allí, tras avanzar un poco y girar a la izquierda, veremos pronto las ruinas de Oliegos. A este lugar se llega con facilidad y durante varios meses al año aún pueden contemplarse las trazas del viejo camino que atravesaba la población.
 
Desde aquí, para dirigirnos hacia Palaciosmil, deberemos caminar en línea recta hacia el primer recodo que nos encontraremos con dirección a dicha localidad, pero es necesario advertir, que este último tramo lo inundan las aguas todos los años. A partir de este lugar el trazado es intransitable pues la vegetación es muy espesa. Sin embargo, solamente unos pocos metros arriba lo atraviesa un camino del siglo XX. Desde este punto, si continuamos por el camino moderno veremos a mano izquierda la vegetación que invade el antiguo. De esta manera podremos descender en paralelo hasta el valle de Villamor, el cual, puede atravesarse en línea recta hasta otro recodo que conduce hacia otra zona de espesa vegetación que invade el antiguo trazado. Si ascendemos hacia esta última parte del camino y avanzamos un poco más, llegamos a las proximidades de Palaciosmil.
 
 

15 septiembre 2009

Cogorderos, información errónea de Pascual Madoz.

 
 
Talla de San Martín en el retablo de Cogorderos

Uno de los errores evidentes del diccionario de Pascual Madoz en lo referente a los pueblos de la Cepeda puede observarse en la voz Cogorderos. El fallo vuelve a repetirse en dicha obra en el cuadro de la diócesis de Astorga. El diccionario afirma sobre nuestro pueblo cepedano que: tiene iglesia parroquial (Santa María) matriz de Villamejil.
 
Pero esta información es errónea ya que la iglesia estaba en el pasado, como hoy, dedicada a San Martín de Tours. Así puede comprobarse en la documentación desde varios siglos atrás, aunque también con posterioridad a la aparición del diccionario de Pascual Madoz. En todo caso, el error puede constatarse, por ejemplo, en los nomenclátores de los años 1862 y 1901. 
 
Aunque la iglesia de San Martín de Cogorderos ha sido matriz de Villamejil, el pueblo de Cogorderos no se encontraba bajo la advocación de Santa María, sino bajo la de su patrón San Martín: los habitantes de Cogorderos celebraban su fiesta con hogueras hasta no hace tanto tiempo. 
 
 

14 septiembre 2009

Templarios en San Bartolomé. ¿Un error del diccionario de Pascual Madoz?.

Vista de San Bartolomé desde la zona de Los Barrios de Nistoso.
 
Como obra de consulta el diccionario de Pascual Madoz resulta de gran utilidad en muchas ocasiones, sin embargo, también contiene numerosos errores. De los relacionados con la Cepeda, conviene adviertir ahora sobre uno relativo al cueto de San Bartolo, ya que en dicho diccionario se recoge que "en su cima hubo un monasterio de Templarios que después de su extinción se agregó a la orden de San Juan de Jerusalén".
 
Pero esta información que no prueba el diccionario, no puede darse por válida. En efecto, ya que nada aparece en la documentación de la zona relacionada con los siglos XII, XIII y XIV, mientras que por el contrario, si figura que San Bartolomé perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén. En conclusión, todo indica que los hospitalarios de San Juan de Jerusalén no se hicieron con el monasterio de San Bartolomé debido a la extinción de la Orden del Temple. 
 
 

La obra Cuentos en dialecto leonés llevada al escenario.

 
Entre las numerosas actividades de carácter cultural que han venido desarrollándose en la Cepeda a lo largo de estas últimas décadas, el blog desea recordar ahora una ellas. Se trata de la representación teatral que tuvo lugar durante el verano de 1996 en distintos lugares de la Cepeda, en la cual, se daba vida a los Cuentos en dialecto leonés.
 
En estas representaciones no profesionales intervinieron personas vinculadas a la Cepeda, bien por lazos de sangre o parentesco. El resultado fue plenamente satisfactorio, sobre todo, si tenemos en cuenta el nivel amateur de los actores y el reto adicional que suponía el actuar hablando en lengua leonesa. Así mismo, también debe destacarse el vestuario típicamente leonés con el que los actores dieron más realismo a sus interpretaciones.
 
Ahora que numerosas actividades culturales invaden nuestros veranos, es conveniente recordar aquellas primeras apuestas por impulsar nuestra cultura. El tiempo avanza imparable, por eso, el blog ha rescatado para el lector esta foto perteneciente a una de aquellas entrañables representaciones. La escena corresponde a la actuación realizada en la sede de la asociación socio-cultural El Fuyaco de Quintana del Castillo.
 
De izquierda a derecha: Pablo Martínez Muñoz, Juan José Domínguez Pérez, Argimiro Domínguez Rabanal, Miguel Ángel Domínguez Pérez y Santiago Somoza Pardo.
 
 
 

08 septiembre 2009

Desde Quintana del Castillo hasta Villarmeriel por el camino antiguo.


 
Tramo próximo a Villarmeriel

Imagen enviada por Tomás Cabezas
 
 
Las localidades cepedanas de Villarmeriel y Quintana del Castillo se encuentran en torno a los kilómetros 24 y 27 de la carretera Astorga-Pandorado por la que se comunican actualmente. Sin embargo, no siempre fue así, ya que hasta la construcción de la mencionada carretera los desplazamientos entre Villarmeriel y Quintana del Castillo se hacían a través de un antiguo camino, que hoy, está prácticamente intransitable.
 
Pero hace algunos días tuve la fortuna de ser guiado por Tomás Cabezas y gracias a ello logré dar uno de los últimos paseos que se darán por este antiguo camino, si alguien no lo remedia. Así es, ya que está invadido por la vegetación y solo es posible transitar por él, si vamos separando las incontables ramas que salen a nuestro paso. A pesar de ello, aún pude comprobar, como transitar por el antiguo camino suponía un considerable ahorro de tiempo con respecto a la nueva carretera.
 
Si decidimos recorrerlo desde Villarmeriel hasta Quintana del Castillo, lo primero que deberemos tener en cuenta es que a la salida de Villarmeriel, con dirección a Quintana, se unían dos caminos. Uno venía más recto desde el pueblo -para peatones y animales- mientras que el otro era más largo y suave -para tráfico rodado-. La unión de ambos se producía sobre la ladera que se encuentra próxima a la carretera de asfalto. Desde aquí el camino continuaba sobre dicha ladera y se dirigía hacia un lugar existente entre ambos pueblos que es conocido como Praosmilantos. Sin embargo, antes de llegar al mencionado lugar, un moderno camino de concentración parcelaria desfigura el antiguo trazado en un alto próximo a Casardevián.
 
Pero el viejo trazado se recupera sin dificultad -ensanchándose el camino- y permite llegar hasta dicho Praosmilantos. Desde aquí, con la apertura y visibilidad que ofrece el valle, el camino puede recorrerse con facilidad. Solamente es necesario sortear el río Pegas y ascender por la otra ladera del valle de Praosmilantos para seguir avanzando en linea recta hasta el coto de Quintana, el cual, ya se encuentra en las inmediaciones de esta localidad.
 
 

07 septiembre 2009

Villarmeriel. La Huerta de la Iglesia y otras cosas.

 
 
Iglesia actual de Villarmeriel.

El pueblo de Villarmeriel se encuentra en la Cepeda Alta, en las inmediaciones de la carretera de Pandorado y a la altura de su kilómetro 27. A esta localidad se accede tomando un desvío que hay algunos metros adelante.
 
Si llegamos a esta bifurcación y avanzamos unos 200 metros en dirección al pueblo, a mano izquireda del trazado asfaltado nos encontraremos con un sugerente topónimo: La Huerta de la Iglesia. Así, dicho topónimo sugiere la existencia anterior de una iglesia en ese lugar, y tal vez, sea cierto.
 
De hecho, ello aparece apoyado por un hallazgo que se hizo hace algunos años al otro lado del trazado que conduce a Villarmeriel. En concreto, el descubrimiento de unas losas colocadas en una posición sospechosa de haber sido utilizadas para enterramientos, hace posible la existencia de una iglesia y un cementerio a su lado.
 
Además, si dirigimos nuestra mirada hacia la ladera sobre la que se asienta la carretera que dirige a San Feliz, podremos observar el paraje en el que se asentaba una antigua ermita.
 
La fuente que me ha facilitado esta información ha sido Tomás Cabezas, que es natural de Villarmeriel y pasa en el lugar largas temporadas.