09 agosto 2011

La Casa la Griega. La pequeña gruta de Quintana del Castillo. Un espacio apropiado para la práctica ascética.


En términos de Quintana del Castillo y próximo a su núcleo poblacional se encuentra un tranquilo valle, que a menudo fue usado por los pastores de la localidad, ya que estos acudían frecuentemente a la zona para cuidar el ganado. Dicho valle esta cerca del emplazamiento de la antigua iglesia de Quintana del Castillo, y en él, existe una pequeña gruta conocida como La Casa la Griega.



En esta pequeña cavidad pétrea, generaciones y generaciones de pastores jugaron o se refugiaron de la lluvia y otras inclemencias meteorológicas. Como puede observarse en la imagen, el espacio de este habitáculo natural permite cobijarse a más de una persona adulta. Pero La Casa la Griega, sin de -que es como se ha llamado por nuestros mayores desde tiempo inmemorial-, también sirvió como argumento disuasorio ante cualquier tipo de protesta doméstica, por ejemplo, ante las quejas de una mala comida o las incomodidades de una vivienda, ya que a estas, a menudo se respondía con la recomendación austera y poco estimulante de...  "pues vete a La Casa la Griega". 



Sobre la pequeña gruta o acerca de su nombre, nada puede afirmarse con seguridad salvo lo relativo a su frecuente empleo por los pastores locales. Rodeada por otras peñas y al pie de un ameno arroyo, nada impide que esta gruta y su valle hayan podido ser empelados en el pasado para alguna práctica religiosa, ya que tanto en las antiguas creencias precristianas, como en las cristianas, estos tipos de habitáculos naturales fueron utilizados con asiduidad para todo tipo de ritos y usos religiosos. Y al respecto, no se puede negar que tanto la gruta como su valle, aparecen como un espacio apropiado para la práctica ascética, ya que estos posibilitan el aislamiento, a la vez que se encuentran relativamente próximos a dos núcleos de población.
 
Las prácticas ascéticas tuvieron gran predicamiento en la diócesis asturicense y fueron introducidas por el monje Prisciliano en el siglo IV, al que las gentes de esta tierra dieron tratamiento de santo tras su fallecimiento. Por entonces, la metrópoli de Astorga consagró a algún obispo, como por ejemplo, al de la sede episcopal de Braga.
 
Hasta su nombre nos conduce hacia una geografía oriental en la que el cristianismo y el monacato más austero arraigó y se extendió. Y en fin, tratándose de un nombre de género femenino como "la griega", no puede negarse que ello hace posible identificarlo plenamente con el cristianismo y el ascetismo de corte priscilianista, pues es bien conocido, como Prisciliano tuvo muchas seguidoras y sus enseñanzas las habría adquirido de un maestro egipcio -de Memfis- llamado Marcos.
 
Sin embargo, hasta el presente no existe ningún documento o pueba que permita apoyar estas sospechas sobre La Casa la Griega, aunque esto parece lógico si tenemos en cuenta la escasez de fuentes durante aquella época y los siglos posteriores. En todo caso, era conveniente dejar este breve apunte en el blog, ya que tanto el espacio físico como el nombre sugieren no descartar esta posibilidad, y especialmente, en una diócesis en la que el ascetismo y el monacato de formas austeras tuvo muchísimo predicamento y longevidad.

Las imagenes capturadas, muestran como el aislamiento de este ameno valle y la cavidad pétrea forman un entorno apropiado para las prácticas ascéticas, que en nuestra geografía, fueron introducidas por San Prisciliano antes de que arraigaran con fuerza y tuvieran continuidad por diferentes figuras del monacato como San Valerio, San Fructuoso o San Genadio, quienes también deben relacionarse con la diócesis asturicense.


02 julio 2011

Miguel Ángel Pérez Álvarez. Caminando hacia las cimas con naturalidad.




El alpinista Miguel Ángel Pérez Álvarez nació en Barcelona en el año 1968, aunque desde pequeño ha frecuentado la Cepeda residiendo incluso, largas temporadas en Quintana del Castillo. 

Hace aproximadamente una década, Miguel Ángel Pérez comenzó a dirigir su mirada hacia las más altas montañas bajo otra perspectiva. Desde entonces, el alpinista cepedano ha logrado ascender siete de los catorce ochomiles que existen. El último, ha sido el Lhotse (8.516 m) hace sólo unas semanas. Allí, ascendió a la cumbre con una gran autonomía, sin porteadores y sin oxígeno, demostrando que caminar hacia las cumbres, en parte, es cuestión de naturalidad. Durante esta última expedición individual, el siempre organizado alpinista cepedano, resultó fundamental para evitar el posible desenlace trágico de Lolo González, percatándose de la situación complicada que atravesaba el montañero y avisando por radio para que se pudiera proceder a su rescate y no se produjera una tragedia.

En verdad, el alpinista Miguel Ángel Pérez se está caracterizando en sus ascensiones por la naturalidad con que las afronta, pues lejos de ofrecer grandes presentaciones en medios de comunicación o de dedicarse profesionalmente a estos desafíos, el deportista cepedano utiliza sus vacaciones para afrontar -prácticamente contra reloj- sus ascensiones. Aunque algunas veces, como sucedió en este último caso, tiene que pedir algún día de permiso a la empresa para la que trabaja.

Miguel Ángel Pérez Álvarez, que no se fija ningún objetivo deportivo concreto o meta por el momento, simplemente camina hacia las cumbres de las montañas sin prisa y sin plantearse batir ningún récord. Así es, por el momento "Miguel el de Berta" -como se le conoce en Quintana del Castillo-, continuará caminando hacia las cimas con naturalidad.
 
 

09 abril 2011

Camping Reino de León. Villamejil.

Localizado en un tranquilo paraje de la población de Villamejil, el camping Reino de León goza de unos buenos servicios y continúa con la tradición campista de la localidad. La infraestructura turística ofrece las más completas y modernas instalaciones para disfrutar plenamente de la naturaleza, además de un buen servicio de cafetería-restaurante en el que poder degustar los sabrosos platos de su cocina. 
 
El camping Reino de León se encuentra a 25 metros de una discreta playa fluvial y dispone de una Red WiFi privada y gratuita para todos los campistas alojados. Tiene servicio de video-vigilancia en todo el recinto, tienda, servicio de lavandería, así como parques infantiles y zonas de juego.
 
Permanece abierto todo el año y puedes acampar en Mobil Home, Parcelas o practicando la Acampada Libre. Es un camping ideal para disfrutar de entretenidas rutas a pie, en bici, moto o coche, a través de las que podrás conocer muchos rincones de la Cepeda y la provincia de León.
 
 
CAMPING REINO DE LEÓN
2ª Categoría
Calle La fragua 6, 24711 Villamejil, LEÓN.
Información y Reservas Camping 722814053, 676465513.
Reservas Restaurante 722814053.
E-mail: info@campingreinodeleon.es
Dispone de Sitio Web <www.campingreinodeleon.es>.
 
 

19 marzo 2011

San José, la colmena cataré. La tradición mielera en La Cepeda.

Un truébano recuerda que este año también volveremos a degustar la exquisita Miel de Brezo de la Cepeda, pues como recuerda la sentencia: San José, la colmena cataré.
 
 
La produción de miel al estilo más clásico fue introducida en la Península por los romanos. Desde entonces, el empleo del tronco de un árbol para extraer la miel elaborada por las abejas ha continuado manteniéndose efectivo hasta la actualidad, si bien, desde hace algunas décadas, la utilización de unos modernos habitáculos de madera ha sustituido mayoritariamente a los clásicos truébanos. 
 
El truébano es un trozo de tronco cuya cavidad se emplea como colmena. Situado sobre una piedra o rachón, la madera se habilitaba con algún agujero para que esta cumpliese con efectividad su cometido. En la parte superior se colocaba otro rachón para protejer el truébano de inclemencias meteorológicas u otros peligros que pudiesen perjudicar el trabajo de las abejas. 
 
Los truébanos se colocaban generalmente en sitios abrigados, en ladera y mirando hacia el mediodía. Esta costumbre ha creado en ocasiones hasta topónimos, tal es el caso de Colmenares, situado junto a Las Arribas -entre Quintana del Castillo y Villarmeriel-, y en donde desde hace muchas generaciones se produce miel. 
 
Los cepedanos, basados en la tradición mielera local, efectuaban generalmente la cata de las colmenas en la última parte del mes de marzo, de ahí la sentencia popular y local de: San José, la colmena cataré.
 
La miel cepedana se caracteriza por su color oscuro e intenso sabor, con unos matices dulces muy apropiados al paladar. Se trata indudablemente de un producto natural de alta calidad, que nada tiene que ver con la miel comercial de color amarillento y sabor azucarado, u otras "mieles de diseño" que se comencializan con sabores y colores "extraños". 
 
El truébano, también fue recogido como curiosidad lingüística hace años, y en efecto, en BARDÓN, C. A., Cuentos en dialecto leonés, León, Editorial Nebrija, D. L. 1981, p. 260, se define como "colmena de tronco de árbol, de palera".
 
 
 

12 marzo 2011

La Cepeda, una demarcación territorial con más de un milenio de historia.

Fiesta de la Cepeda. El 25 de Julio, las gentes de la Cepeda se reúnen en el entorno del pantano de Villameca a celebrar el día del Patrón Santiago.
 
La trayectoria histórica de la Cepeda debe retraerse varios miles de años atrás, cuando los primeros testimonios arqueológicos demuestran su existencia como espacio geográfico poblado por humanos. Desde entonces, diferentes periodos históricos han sido testigos de la evolución de este territorio.
 
Por otra parte, si nos centramos ahora en el tiempo en que este espacio geográfico se ha identificado con el nombre actual, puede afirmarse que este ámbito físico como demarcación denominada Cepeda, la Cepeda, etc., debe de retraerse en el tiempo más de un milenio. En verdad, el análisis detenido de la documentación induce a ello, pudiendo probarse con testimonios documentales desde el 940. En efecto, pues en aquel año una importante concentración de personajes, entre ellos varios abades, dejaban constancia de su presencia en aquel momento. Uno de ellos fue Ismael, abad del desaparecido monasterio de San Feliz de Cepeda, que transcurrido algún tiempo acabó formando parte de las posesiones de San Isidoro de León.
 
De igual modo, la documentación consultada permite argumentar y demostrar la personalidad administrativa de la Cepeda, la cual, fue evolucionando a través del tiempo hasta llegar a convertirse en la actual comarca leonesa de la Cepeda.
 
Pero en cualquier caso, no estará de más insistir en que nuestra comarca posee una dilatada trayectoria histórica, y bajo el nombre de Cepeda y sus variantes onomásticas, ya atesora más de un milenio de antigüedad.
 

19 febrero 2011

Cerezal de Tremor, el complejo asistencial de la Cepeda. Breve recuerdo de su pasado.

      Letra TAU, insignia de San Francisco de Asís y por extensión de todo el franciscanismo, que en Cerezal tuvo una de las principales casas de su Tercera Orden.                    
 
 Aunque las modernas divisiones administrativas sitúan hoy a Cerezal de Tremor fuera de los límites de la Cepeda, durante la mayor parte de su historia documentada el lugar estuvo identificado con nuestra comarca. 
 
La población de Cerezal de Tremor se encuentra en la actualidad olvidada y padece una lenta e injusta agonía que no merece, ya que durante su dilatada historia la generosa caridad ejercida benefició a miles y miles de personas -peregrinos incluidos-, dando lugar a la formación de un importante complejo asistencial.
 
Después de sus primeras informaciones historicas documentadas, hay noticias de que los habitantes de la Cepeda -todos juntos- decidieron formar una cofradía que se encargó de organizar, mantener y proveer este lugar, hasta que llegado el siglo XV, la Tercera Orden de San Francisco pasó a ocupar una posición dominante en el lugar, consolidando, e incluso haciendo crecer, el complejo asistencial creado por los habitantes de la Cepeda.
 
Un hospital dedicado a San Blas, otro a Santa María Magdalena, un puente para atravesar el río Tremor, el pozo, el molino del convento, una espléndida biblioteca, huertas, casas, ermita o los caminos hacia diferentes lugares, formaron parte de su complejo asistencial. Localizado en un paraje de gran belleza a la corriente del río Tremor, hoy, esta población espera tranquila a que los nuevos acontecimientos la vuelvan a situar en el lugar que le corresponde.
 
  

09 febrero 2011

Marquesado de Astorga. Un título nobiliario con raíces cepedanas.

 
 El título nobiliario de Marqués de Astorga, con Grandeza de España originaria, fue concedido por el rey Enrique IV el año 1465 a don Alvaro Pérez Osorio, II Conde de Trastámara y Alférez Mayor del Pendón de la Divisa. 
 
El marquesado de Astorga hunde sus raíces en la Cepeda tanto por la trayectoria de los Osorios como por Dª Isabel de Rojas, Señora de la Cepeda, convirtiéndose así en uno de los numerosos títulos nobiliarios que tienen por origen o ascendencia, a linajes establecidos o relacionados con el territorio conocido hoy como comarca de la Cepeda. 
 
En la actualidad, este título se halla en posesión de D. Gonzalo Barón y Gavito, actual Duque de Sessa, varias veces grande de España. Está casado con Dª Susana Carral Pinsón, residiendo en la actualidad en México. Son padres de: 
 
1. Adelaida Barón y Carral, nacida en México el 25. I. 1977.
2. Gonzalo Barón y Carral, nacido en México el 24. IV. 1978. 
 
 

23 enero 2011

Los Osorio. Un linaje nobiliario vinculado a la Cepeda durante siglos.

Los lobos de los Osorio en el Pendón de Clavijo.

 Antes de llegar a la actual configuración comarcal de la Cepeda todo nuestro "territorio histórico", tanto el actual, como el que ya no está relacionado administrativamente con la comarca, conoció diferentes modificaciones.

A tenor de las centenares de miles de páginas analizadas puede concluirse con seguridad, que entre las familias nobiliarias que más han influido en la evolución y transformación de nuestro ámbito geográfico, figura la de los Osorio. Este linaje es uno de los de mayor abolengo de la Península Ibérica, pero también uno de los más antiguos y prestigosos de Europa.

Acaso el título más significativo de dicho linaje nobiliario sea el de Marqués de Astorga, que con grandeza de España, continúa siendo todavía uno de los títulos de más renombre. En verdad, también por dicho título los Osorio se hallan vinculados a la Cepeda, ya que le fue concedido a don Alvar Pérez Osorio, hijo de Pedro Álvarez Osorio y de la Señora de la Cepeda doña Isabel de Rojas, la cual, era hija de los progenitores de los marqueses de Poza según se indica en el diccionario heráldico y genealógico de A. y A. García Carrafa. En la actualidad, este título se halla en México, sin embargo, las nuevas leyes que "no discriminan a la mujer" podrían devolverlo a su rama primogénita y hacerlo recaer por lo tanto, sobre los condes de Cabra y marqueses de Ayamonte (Diario de León, 5. IX. 2010).

Algunas investigaciones llevadas a cabo sobre este linaje y la Cepeda, permiten concluir que existen muchas más relaciones entre los Osorio y nuestra comarca, que las que habitualmente se divulgan en los trabajos escritos.

Aunque no procede extenderse en esta breve entrada de blog, al menos que sirvan estas líneas para destacar las relaciones de los Osorio con la Cepeda, y también, para recordar como esta gran estirpe ha estado vinculada a nuestra tierra durante siglos, antes de que tomara la forma definitiva nuestra actual comarca.

 

16 enero 2011

La tradición de Los Perdones.

 
 
Una de las costumbres tradicionales que se han conservado hasta época reciente pero que finalmente ha caído en deshuso, es la de traer de las fiestas Los Perdones, grosso modo, la de traer un pequeño obsequio a aquellos que no habían podido acudir a la celebración de una festividad religiosa. 
 
Por fortuna, la bibliografía relacionada con nuestras costumbres y habla local ha registrado en más de una ocasión esta tradición que tendría por origen, el traer gracias espirituales a los que no hubiesen podido asistir a alguna ceremonia o evento religioso. De ello, con el paso del tiempo habría perdurado el pequeño obsequio traído del lugar de celebración.
 
En BARDÓN, C. A., Cuentos en dialecto leonés, León, Editorial Nebrija, D. L. 1981, p. 246, se recoge la evolución histórica de esta tradición, puesto que en la voz "Perdones" se escribe lo siguiente: "Gracias espirituales, indulgencias que ganaban los que se ofrecían a ir a un santuario en romería donde confesaban y cumplian un voto. (De todo esto solo queda las golosinas, avellanas, etc. que se regala a los que no han ido)". 
 
Por otra parte, en ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, Margarita, El habla tradicional de la Omaña Baja (León), León, 2010, p. 204, en la voz "Perdones" se indica: "(DRAE). m. Dulces que se traen de un viaje o una fiesta. Te he traído los perdones de la feria. DRAE: también otras acep. No en DCT".
 
Por tanto, si bien el empleo de esta palabra y el cumplimiento de la tradición están cayendo en deshuso, al menos, si podemos asegurar que el conocimiento sobre esta tradición perdurará gracias a la labor de los estudiosos del habla local.