23 enero 2011

Los Osorio. Un linaje nobiliario vinculado a la Cepeda durante siglos.

Los lobos de los Osorio en el Pendón de Clavijo.

 Antes de llegar a la actual configuración comarcal de la Cepeda todo nuestro "territorio histórico", tanto el actual, como el que ya no está relacionado administrativamente con la comarca, conoció diferentes modificaciones.

A tenor de las centenares de miles de páginas analizadas puede concluirse con seguridad, que entre las familias nobiliarias que más han influido en la evolución y transformación de nuestro ámbito geográfico, figura la de los Osorio. Este linaje es uno de los de mayor abolengo de la Península Ibérica, pero también uno de los más antiguos y prestigosos de Europa.

Acaso el título más significativo de dicho linaje nobiliario sea el de Marqués de Astorga, que con grandeza de España, continúa siendo todavía uno de los títulos de más renombre. En verdad, también por dicho título los Osorio se hallan vinculados a la Cepeda, ya que le fue concedido a don Alvar Pérez Osorio, hijo de Pedro Álvarez Osorio y de la Señora de la Cepeda doña Isabel de Rojas, la cual, era hija de los progenitores de los marqueses de Poza según se indica en el diccionario heráldico y genealógico de A. y A. García Carrafa. En la actualidad, este título se halla en México, sin embargo, las nuevas leyes que "no discriminan a la mujer" podrían devolverlo a su rama primogénita y hacerlo recaer por lo tanto, sobre los condes de Cabra y marqueses de Ayamonte (Diario de León, 5. IX. 2010).

Algunas investigaciones llevadas a cabo sobre este linaje y la Cepeda, permiten concluir que existen muchas más relaciones entre los Osorio y nuestra comarca, que las que habitualmente se divulgan en los trabajos escritos.

Aunque no procede extenderse en esta breve entrada de blog, al menos que sirvan estas líneas para destacar las relaciones de los Osorio con la Cepeda, y también, para recordar como esta gran estirpe ha estado vinculada a nuestra tierra durante siglos, antes de que tomara la forma definitiva nuestra actual comarca.

 

16 enero 2011

La tradición de Los Perdones.

 
 
Una de las costumbres tradicionales que se han conservado hasta época reciente pero que finalmente ha caído en deshuso, es la de traer de las fiestas Los Perdones, grosso modo, la de traer un pequeño obsequio a aquellos que no habían podido acudir a la celebración de una festividad religiosa. 
 
Por fortuna, la bibliografía relacionada con nuestras costumbres y habla local ha registrado en más de una ocasión esta tradición que tendría por origen, el traer gracias espirituales a los que no hubiesen podido asistir a alguna ceremonia o evento religioso. De ello, con el paso del tiempo habría perdurado el pequeño obsequio traído del lugar de celebración.
 
En BARDÓN, C. A., Cuentos en dialecto leonés, León, Editorial Nebrija, D. L. 1981, p. 246, se recoge la evolución histórica de esta tradición, puesto que en la voz "Perdones" se escribe lo siguiente: "Gracias espirituales, indulgencias que ganaban los que se ofrecían a ir a un santuario en romería donde confesaban y cumplian un voto. (De todo esto solo queda las golosinas, avellanas, etc. que se regala a los que no han ido)". 
 
Por otra parte, en ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, Margarita, El habla tradicional de la Omaña Baja (León), León, 2010, p. 204, en la voz "Perdones" se indica: "(DRAE). m. Dulces que se traen de un viaje o una fiesta. Te he traído los perdones de la feria. DRAE: también otras acep. No en DCT".
 
Por tanto, si bien el empleo de esta palabra y el cumplimiento de la tradición están cayendo en deshuso, al menos, si podemos asegurar que el conocimiento sobre esta tradición perdurará gracias a la labor de los estudiosos del habla local.