31 diciembre 2015

Apunte sobre Santa Teresa de Jesús y su representación en el cuadro de Nuestra Señora de Gracia.




        
             
  Dedicado a Antonio Natal, Benito Escarpizo y Domingo Natal.
 
Este pasado 11 de agosto de 2015, la sede de la asociación socio-cultural El Fuyaco se llenó para asistir a una velada teresiana organizada por ARCÓ y el SEC, en la que se ofreció un adelanto en formato entrevista, sobre algunas líneas de investigación relacionadas con Santa Teresa y la Cepeda.

Una de estas líneas gira en torno a un cuadro que se encuentra en el monasterio agustino de Nuestra Señora de Gracia, en el que estuvo Santa Teresa cuando era adolescente. La joven Teresa de Cepeda fue representada entonces en una pintura al lado de la madre María Briceño, y ello convierte a esta obra en pieza indispensable para la investigación, ya que se trata de la primera representación de Santa Teresa y ofrece una estampa típica y auténtica de la santa cuando era adolescente. Sin embargo, a pesar de ello y de que precede en décadas a la obra de fray Juan de la Miseria, este interesante cuadro permanece en un incomprensible semianonimato.

Sin embargo, desde el pasado 11 de agosto se empezó a hacer hincapié en esta obra pictórica que según Antonio Natal, representaría a una Teresa adolescente ataviada con vestimenta cepedana. Esta no es una hipótesis novedosa ya que el agustino Domingo Natal, hermano del antedicho, aludió a esta pintura hace algunos años y en uno de sus libros la publicó a color escribiendo al respecto: Por cierto, que en uno de los altares laterales de la iglesia hay una pintura de la Santa de muy joven que lleva UNA SAYA PLISADA con cierto parecido a las que todavía llevaban en La Cepeda las mujeres cuando yo era niño. Puede verse en NATAL ÁLVAREZ, Domingo. Vidas de gentes: otra más. D.L. 2012. Pp. 38-39.

Sin embargo, acerca de este cuadro y su entorno aún pueden precisarse algunos detalles más, como por ejemplo, que en el convento de Nuestra Señora de Gracia había por entonces cuarenta religiosas entre las que estaba María Briceño. Poco antes de que entrara Teresa de Cepeda sucedió un hecho calificado de maravilloso, ya que un día que estaba reunida la comunidad en oración apareció un punto luminoso que después de dar vuelta por el coro fue a parar encima de la religiosa citada para desaparecer, posteriormente, en su pecho. A ella sería confiada luego la joven Teresa.

En recuerdo de aquel suceso extraordinario se hizo una representación alegórica en un cuadro que se colocó en la pared de la iglesia agustina. Así, relacionadas con él, pueden observarse las siguientes leyendas. Debajo: Esta pintura es de Santa Teresa, en el tiempo que estuvo seglar en este convento de Gracia; y su venerable maestra que fue doña María Briceño, ejemplar religiosa. Uno de los ángeles que aparecen en segundo plano dice: Teresa, de la casa de Agustino sacarás tu vocación. El otro lleva la regla de los carmelitas reformados y dice: Teresa, sale a fundar. Sobre ello, puede verse la carpeta La España teresiana. Ed. facs. Imp.: Granada: Gráficas Alhambra. D. L. 1971. Hoja 6r. y lám. VI.