Cuentos y poemas en dialecto leonés. Diario de León, 2007.

 

 
Bajo el título Cuentos y poemas en dialecto leonés, el Diario de León editó en el año 2007 la obra Cuentos en dialecto leonés. Tomando como referencia la popular 3ª edición de Wences Bardón, el medio de comunicación incluyó su publicación en una colección denominada biblioteca leonesa de escritores. De aspecto bien discreto, llega hasta la vulgaridad en sus páginas finales pues ellas están destinadas a hacer publicidad de empresas constructoras.
 
A pesar de la decepción que supone leer los cuentos con tipografía actual, en la publicación del Diario de León debe destacarse la aportación que hace Emilio Gancedo entre las páginas 7 y 19. No se trata de un extenso estudio pero su colaboración resulta enriquecedora puesto que incluye datos biográficos de algunos miembros de la familia Bardón. Sin duda alguna, la aportación de Gancedo es lo mejor de esta discreta publicación de 139 páginas.
 
La obra Cuentos en dialecto leonés ha superado ya el siglo de existencia y viene pidiendo desde hace tiempo una publicación que esté a la altura de su dilatada trayectoría. Pero ello, por el momento, no parece que esté en la mente de los que velan por la cultura leonesa.
 
En cualquier caso, si alguna vez se llegara a hacer, no estaría de más tener en cuenta la 3ª edición de Wences Bardón, y considerar su tipografía y estructura. A partir de esa posible reproducción facsímil, sería conveniente ampliar los contenidos con notas y estudios de todo tipo, aunque cuidando mucho estos y sabiendo muy bien quien los escribe, no vaya a ser, que den lugar a distorsiones. Y escribo esto, porque cuando Álvarez Moro -de la familia Bardón- contactó conmigo, en algunos de los encuentros que tuvimos me dijo que en algunas ocasiones se ponían en contacto con él escritores o investigadores que le solicitaban información, y que tras dársela, publicaban cosas completamente distintas a lo que él les había dicho, y hasta opuestas. Es decir, que usaban su nombre o referencia para intentar autorizar afirmaciones o teorías sin ningún fundamento. Y todo ello, a pesar de que en ocasiones tenían encuentros posteriores y les advertía sobre lo que él creía que había sido un error. Generalmente era gente que venía con teorías o ideas preconcebidas que provenía de asociaciones, academias, etc. Con el paso del tiempo, se dio cuenta que solo lo querían utilizar para dar más fuerza a sus propósitos. Aunque también acudían a él personas a modo individual -principalmente de Asturias y León- con las mismas intenciones: me recordaba a menudo la gran terquedad de un veraneante de la Cepeda, del que omito deliberadamente su localidad de veraneo. Pero por suerte, también hay gente que busca conocer la verdad y no tiene más propósito que darla a conocer para enriquecer nuestra lengua y nuestra cultura.
 
Aunque por ahora, no habrá que preocuparse por ello porque a nuestros responsables de la cultura no parece importarles mucho el estudio y desarrollo de la lengua leonesa y sus dialectos.