Las famosas truchas del río Tuerto conquistaron los paladares de París.

El niño cepedano David García. A sus 10 años, el pescador descendiente de Los Barrios de Nistoso muestra una trucha de 49 cms capturada por él mismo en el río Tuerto.
 
 
Entre los variados y exquisitos alimentos que genera la Cepeda, debemos recordar ahora uno que siempre nos ha acompañado y procede del cauce fluvial que naciendo en Los Barrios de Nistoso, vertebra nuestra comarca. Se trata de las truchas del río Tuerto, auténtica delicia gastronómica a la que solamente se tiene acceso mediante su pesca deportiva
 
Las truchas del río Tuerto -de las que los modernos cocineros desconocen su sabor y delicadeza- resultaron en otros tiempos un producto muy apreciado, ya que rebasaron las fronteras españolas y llegaron a conquistar los paladares de París. Y ello es muy significativo, ya que Francia posee una inmensa red fluvial. En verdad, la notoriedad lograda en la ciudad del Sena, si cabe, realza todavía más el prestigio alcanzado por las truchas del río Tuerto. 
 
Se tiene constancia de la fama de nuestras truchas desde finales del siglo XVIII, pues se tiene noticia de ello por un manuscrito realizado hacia 1779 y sacado a la luz, con prólogo y notas por D. Marcelo Macías en 1928. El libro El Obispado de Astorga a principios del siglo XIX, indica en su página 20, refiriéndose al Arciprestazgo del Decanato y la ciudad de Astorga que: "El pequeño río Tuerto, que pasa Oriental a un cuarto de legua de la ciudad, divide este arciprestazgo de Norte a Sur, y con ser de corto caudal, es bien nombrado por sus famosas truchas, cuya fama ha llegado hasta París; pues cierto Comentador latino de la Historia de España, hablando de él, dice: Optimas trutas nutriens".
 
Los que hemos tenido la oportunidad de probarlas alguna vez, comprenderemos el sentido del texto en toda su plenitud. Los que no las hayan probado todavía, tal vez esten a tiempo de disfrutar alguna vez, de las que probablemente sean las truchas más sabrosas de Europa.